Está usted entrando en Ataraxia , bienvenido a esta nuestra humilde ciudad , leí en voz alta el cartel que daba la bienvenida a los visitantes , turistas, peregrinos , caminantes y curiosos en general que entraban en ese pequeño pueblo . Ataraxia no sale en los mapas , poca gente conoce su ubicación exacta y muchos pasan toda su vida intentando descubrir la situación de tan increíble Edén. Una vez entras , debes pasar por la aduana , en la que te piden que dejes todos tus problemas , pasiones y deseos . Me costó mucho dejar la música , el baile , el sexo y otras cosas atrás. Me obligaron a despojarme del orgullo. Les pedí educadamente que lo guardaran , por si algún día decidía regresar , poder recuperarlo. Por lo visto , allí guardan todas tus pertenencias en una caja fuerte , personal e intransferible , y luego te dan la única llave que puede abrirla , me alegra observar que nadie me robará los problemas y que éstos seguirán ahí si algún día decido volver , tal y como yo los dejé , sin resolver...
Ai! si pudieramos hacer esto... Sería todo tan diferente... Un momento, es exactamente lo que hacemos! al menos en cuanto a los problemas! los apartamos si intentar arreglarlos hasta que nos desbordan... Ataraxia estaría bien si una vez allí no tuvieras ningún problema más, aunque despojándote del sexo, la gente acabaría por querer marchar al ver como muere todo el mundo por no procrear, lo que devolvería al mundo al estado anterior al de la vida en Ataraxia, a ver si un día me paso a verla, aunque sólo un día...
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