miércoles, 2 de noviembre de 2011

a 330 days fight.




La familia no se elige y es la que siempre que lo necesites va a estar ahí, no lo olvides, (típica frase de mi madre).
Las desgracias tampoco se eligen, el destino y sus vicisitudes juegan sus cartas y es entonces cuando a uno le toca estar ahí, a pie de cañón, aguantando estoico lo que venga y, obviamente, superándolo.
Ella sigue su rutina, intenta llevar la misma vida que antes llevaba, pero no es fácil. No es fácil ser cabeza de familia. Tampoco es fácil sobrellevar tus problemas y los del resto. Ni es fácil, ni agradable.
Supongo que una mujer luchadora es así. Procura no mostrar ningún tipo de debilidad, (aunque no siempre es posible), no siente la necesidad de contar sus problemas, ni necesita compasión alguna. Eso es algo que tenemos en común…
Ella es así: afable, protectora, cariñosa, charlatana, sensible.
El tratamiento la hace así: airada, gritona, cabezota, depresiva, pesimista.
Cuesta creer que sea ella la que nos saca sonrisas al resto, la que evita discusiones, la que cumple su deber como madre y como mujer trabajadora.
-          ¿Sabes? A la familia no se le elige, pero pese a los momentos desagradables y a los problemas, (que no han sido pocos), no me arrepiento de la que me ha tocado. 

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