Suspiros que se escapan de mis labios y viajan hasta la oscuridad de tus lunares,
visitando las constelaciones de tu espalda, haciendo parada en tus costillas de
marfil, en tus piernas kilométricas e incluso en ese valle perdido que tienes entre
las piernas. Cometas que me inyectan mi dosis de adrenalina diaria son tus besos.
Y tus manos, con esos dedos finos que recorren ingrávidos mi cuerpo. Como si yo
fuera tu satélite; girando alrededor tuyo, disfrutando de la falta de oxígeno propor-
cionada por la unión de nuestros cuerpos.
- Billete de ida a tu sexo, por favor. Necesito perderme en ti, otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario