miércoles, 16 de octubre de 2013

Carta a ellas


Querida tú:

No busco problemas, ni insultos, ni malas caras. No busco en absoluto hacerte daño, (puesto que no te conozco), y te aseguro que tampoco es la intención de él.

Él, simplemente, ha decidido pasar página. Ha decidido pasar página porque lo vuestro no funcionaba; y no vas a estar con alguien que no te hace feliz, ¿verdad?

Él, por caprichos del destino (o por el motivo que fuere) me encontró a mí. Y probablemente no tuviera intención de enamorarse, pero eso no es algo que uno/a controle.

Lo vuestro ya pasó y él merece una nueva oportunidad de encontrar el amor, de la misma forma que la mereces tú, (sé consciente de tus derechos), y no sólo una; merece todas las que sean necesarias hasta que crea haber encontrado a "THE ONE": Esa persona por la que el amor nunca se acaba, (sí, existe, está ahí fuera, no sabemos dónde, pero sí), esa persona dispuesta a hacerte feliz los 365 días del año, esa persona por la que estás dispuesto/a a luchar y esa persona por la que incluso, te plantearías cosas que no habías pensado antes. 
Esa persona existe, y todo el mundo tiene derecho a encontrarla.

Ahora bien, explícame esa manía tuya de entrometerte en nuestra relación, explícamela porque no la entiendo. No te entiendo. ¿Cuál es exactamente el motivo por el cual tú, no permites a tu ex pareja ser feliz con otra persona? Está bien (y es comprensible) que los primeros meses sea duro, y que tengáis contacto frecuente, para saber cómo lo lleva el otro, (y si lo lleva peor, pues mejor, ¿no? ¡Qué alegría! ¡Que sufra, que sufra!), pero pasado mucho tiempo, ¿qué necesidad hay de intentar entrar en la vida de una persona a la que tú, (o la otra) decidió echar? (Y más aún, cuando uno de los dos se portó mal con el otro. Este es el caso que más me llama la atención, y por el cual, yo personalmente, escribo ésto).
Si no eres capaz de saber lo que tienes hasta que lo pierdes, ¿por qué lo he de pagar yo? 
¿Qué culpa tengo yo de que lo vuestro no funcionara?***

Yo nunca me he inmiscuido en una relación, no he intentado romper parejas, y no he hecho daño a sabiendas a otra persona. ¿Cuál es tu excusa? ¿Te jode ver feliz a quien una vez amaste, con alguien que no eres tú? ¿Cómo pretendes que no me moleste tu actitud para con él? ¿Cómo se supone que debo actuar yo?
El amor es egoísta, pero el desamor...

Quizá no tenga mucha idea/experiencia en relaciones, pero tengo clara una cosa; las parejas son cosa de dos. Y tú no eres una de esas dos personas, así que te agradecería enormemente que dejarás de entrometerte, porque ambas sabemos que lo haces y eso produce un desgaste que no es justo para esta nueva relación.
Es una cuestión de respeto, y lo mínimo que le debes a tu ex pareja es eso, respeto.

Gracias,

Su nuevo amor.

***(Existen esas parejas capaces de quedar como amigos, esas parejas en las que la causa principal de la ruptura sea aquello de: "se nos acabó el amor de tanto usarlo", y es normal y comprensible que esas parejas mantengan una relación de amistad post relación de pareja. Éste texto no es para vosotros).


@elchochopoeta

miércoles, 24 de abril de 2013

Como en casa, en ningún sitio.

Echo de menos estar "como en casa". En casa. Mi casa. Añoro ese sentimiento de pertenencia a algún sitio en el que poder relajarme y ser yo misma. Sin máscaras, sin maquillaje, sin miedos. Sentir que puedo descargar el peso que llevo sobre los hombros durante un instante sin recibir críticas. En casa no has de aparentar y se te permiten momentos de debilidad. En casa te sientes arropada, apoyada, querida e incluso amada. En casa. En libertad.

sábado, 2 de marzo de 2013

Vuelve.

Lo peor será pensar que no tuve un beso de despedida, un último abrazo suyo, una última caricia. Algo que me recuerde todo lo bueno que fuimos, aunque ya no sepa si somos. Algo que llevarme a la mente las noches que le recuerde, algo que sea excusa para volver a quererle.

-Porque en esto del querer o se gana o se pierde, el problema es que el amor, a veces, muerde.

Una última cosa; por favor, vuelve.

lunes, 11 de febrero de 2013

Benditos domingos.




Sí, me pone mirarme mientras me toco.
Sí, me gusta ver a otros cuando se tocan.
Y sí, me gusta follar y que haya espejos en los que pueda ver cómo me penetran, chupan, tocan, lamen, muerden, besan , etc.
Cuando tengo tiempo libre, me gusta prepararme un baño con espuma, y mientras el espejo se impregna de vaho y la bañera se llena, me gusta quitarme la ropa frente al espejo y contemplarme. Entonces empezar a estimularme, juguetear con mis dedos en la boca, rozarme los pezones con delicadeza, acariciar los labios inferiores, notar como poco a poco, combinando movimientos rápidos y lentos, jugueteando con mi clítoris, me voy humedeciendo, hasta llegar a ese punto en el que me muerdo el labio de placer y contengo mis ganas de gritar. Una mirada pícara al espejo, y a la bañera. ¡Me encantan las tardes de domingo!

jueves, 31 de enero de 2013

Feeling good- Muse


A mí lo que me gusta, es follar mientras suenan grupos como Muse, esa voz tan sexy, tiene un no sé qué, que me puede.                                                                                                                                                          
 Es oírlo y entrar en una especie de trance, todo movimiento se convierte en derroches de sensualidad y mi cuerpo se estremece. Y lo que más me gustaría ahora mismo, es que me susurraran “fóllame” al oído mientras suena Feeling good. Que me acaricie, mientras aún llevo mis braguitas de encaje puestas, para calentar el ambiente, y me bese delicadamente, luego que me quite las braguitas con la boca, pero que se detenga en la pelvis, y se pierda en mi cadera. Pasado un rato, que siga bajando las braguitas y una vez descubierto mi sexo, que me mire a los ojos, y empiece a lamer y besar. Una vez hecho esto, que se abalance sobre mí, me sujete las muñecas y me inmovilice, con cariño, para que no pueda resistirme a sus encantos. Que me haga suya y que me haga gritar, que su único interés sea mi disfrute disfrute y que él llegue al orgasmo al oírme gritar. Todo esto con Muse como BSO, y una vez hayamos acabado, seguir nuestra fantasía hasta límites insospechados…
 Yo lo que quiero, es que me susurren “fóllame” al oído.
“Feeling good”
Y recordad, el amor no tiene edad Y EL SEXO NO TIENE HORA.

martes, 29 de enero de 2013

Cansada de esperar(te).


No espero que sufras, ahora que sabes que no me puedes tener.
No espero que llores, una vez asumas lo que has perdido.
No espero que nos recuerdes, cuando visites esos lugares reservados para nosotros.
No espero que pienses en mí, cada vez que beses los labios de otra mujer.
No espero que me llames ni que re arrepientas cuando reconozcas tus errores.
No espero que sonrías, nostálgico, cuando oigas mi nombre.
No espero que desees volver a verme.
No espero que quieras conservar ninguna de mis fotos.
No espero que te culpes por lo nuestro.
No espero que me quieras como amiga.
No espero que me eches de menos.
No espero que mientas, nunca más, en lo que a "nosotros" respecta.
No espero nada de ti… Ya no.

lunes, 28 de enero de 2013

Billete solo de ida, por favor.




                     Suspiros que se escapan de mis labios y viajan hasta la oscuridad de tus lunares, 
                     visitando las constelaciones de tu espalda, haciendo parada en tus costillas de 
                     marfil, en tus piernas kilométricas e incluso en ese valle perdido que tienes entre 
                     las piernas. Cometas que me inyectan mi dosis de adrenalina diaria son tus besos. 
                     Y tus manos, con esos dedos finos que recorren ingrávidos mi cuerpo. Como si yo 
                     fuera tu satélite; girando alrededor tuyo, disfrutando de la falta de oxígeno propor-
                     cionada por la unión de nuestros cuerpos.

              - Billete de ida a tu sexo, por favor. Necesito perderme en ti, otra vez.

domingo, 27 de enero de 2013

La otra





Se despertaba con el olor a café recién hecho.
Los domingos no sólo disfrutábamos del café, disfrutábamos de una buena conversación, 
(algo que siempre he apreciado), intercambiábamos opiniones sobre temas de actualidad, 
y disfrutábamos de nuestros cuerpos.

En cuanto se acababa el café, le gustaba acercarse lo máximo a mis labios, para, sin dejar 
de mirarme a los ojos, susurrar; hoy vas a ser mía, como cada domingo. Entonces, yo le daba 
el último sorbo al café y nos íbamos a la cama a a bailar bajo las sábanas, nos gustaba que 
nuestra respiración se sincronizara, nuestros gemidos iban acompasados en una partitura de 3/4
nuestros labios se impregnaban de la más íntima esencia del otro.


Cuando caía la tarde, él, se vestía, me daba un beso en la mejilla y se despedía hasta el próximo 
domingo. Yo sabía que tenía mujer e hijos, que volvía a casa para dedicarles tiempo a ellos, 
que su mujer pensaba que estaba en un congreso todo el fin de semana, pero me daba igual.
Sabía que no era más que un pasatiempo para él. Su salvadora. La única que le permitía salir de 
su rutina y darle algo de emoción a su vida. No era más que esa pobre tonta con un amor no 
correspondido. La estúpida que se dejó bañar en halagos. La ilusa que creía que, algún día, quizá 
se diera cuenta de cuánto valía  y decidiera elegirme a mí frente a su familia. Esa era yo.

Podéis llamarme "LA OTRA".

sábado, 26 de enero de 2013

Gris

Hoy me siento un poco gris.

El cielo está azul y se respira verde en la ciudad, pero mi corazón ha 
perdido su rojo y mis sonrisas ya no son color de rosa.
Tiene gracia, decían que nuestro futuro iba a ser negro, pero fallaron,
ha sido marrón, color de otoño, con besos caídos de árboles envejecidos,
caricias frías y mentiras de entretiempo... pero como toda estación, pasa.

"Estoy en blanco".

Quizá escribir no era tan buena terapia, y quizá Celeste tenía razón,
¿pero cómo voy a creer a alguien que dice odiar las naranjas?
Mi pelo, amarillo, ha perdido todo su brillo, y lo entiendo, no es fácil
brillar cuando has perdido todos tus sueños.
Intenté pescar doradas en un campo de violetas y ese fue mi error;
creer que los sueños son algo más, eso y no llevar paraguas, porque
ha empezado a llover y han venido a mojarme unas nubes grises con
cara de pocos amigos; me han contagiado su tristeza, su dolor y su color.
Así que hoy, me siento gris.