viernes, 24 de febrero de 2012
Mi filosofía.
Guardo mis días en el cajón del olvido y mi orgullo lo escondo bajo la almohada,
¿quién sabe qué nos depara el mañana?
foto vía tumblr.
jueves, 23 de febrero de 2012
domingo, 19 de febrero de 2012
El periplo de mi mente.
Ante la atenta mirada del resto de pasajeros del tren, se quedó ahí, en el andén.
Con la mirada perdida, esperando a que ocurriera un milagro. Tenía un presentimiento.
En aquella bolsa de mano llevaba lo imprescindible para empezar una nueva vida desde cero,
allá donde fuera. No sabía qué le deparaba el destino, pero tenía claro que Barcelona había
dejado de ser la ciudad Maravilla.
Su billete no tenía ningún destino concreto. Esperaba subirse al tren, sentarse al lado de la
ventana y esperar a que uno de sus pretenciosos impulsos la obligara a bajar.
El problema, el puto problema, era que no se veía capaz de volver a dejarlo todo atrás
y deshacerse de sus problemas, así, sin más.
El revisor hizo una última llamada para aquellos pasajeros rezagados que aún no
habían subido al tren y para aquellos que prolongaban sus despedidas, sus abrazos, sus besos…
Pocos minutos después, el tren había desaparecido tras una espesa bruma.
Y allí estaba ella.
Una veinteañera cargada de sueños rotos, con la mirada perdida, en la estación de Sants.
Se dio media vuelta con la intención de esperar al próximo tren que parara en aquel andén,
y al girarse, le vio. Allí estaba él. Una vez más...
lunes, 6 de febrero de 2012
Alergia.
Y no sabes cuál es el motivo, pero todo te da igual.Y te jode. Tú no eres así.
O, mejor dicho, no eras así, pero está pasando. Lo único que quieres ahora,
es que el tiempo pase, sin tener apenas preocupaciones.
Dejarlo todo en manos del destino y evitar problemas. Si la gente decide
desaparecer de tu vida, te es indiferente, porque no sientes la necesidad
de tener a personas que se preocupen por ti a tu alrededor.
¿Y lo peor de todo esto? Que es contagioso, y ahora, yo también estoy así.
Fría, vacía, perdida.
Firmado: La instructora.
Recuérdate a ti mismo, que mis besos fueron, son y serán los más pasionales, que al rozar nuestros labios éramos capaces de entrar en un bucle de pasión que nos mantenía horas y horas bailando bajo las sábanas. No olvides cómo se te erizaba el vello cada vez que mi lengua rozaba tu nuca.
No te niegues a ti mismo lo que ambos sabemos, soy lo mejor que ha pasado por tu cama y, no te ofendas, he dejado el listón lo suficiente alto, como para que nadie me supere...
-Y a la próxima que pase por tu cama, dile que todo lo que sabes, lo aprendiste gracias a mí.
miércoles, 1 de febrero de 2012
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