Me llamo ________ tengo 19 años y una mentalidad, que dependiendo del día oscila entre los 12-40, (por decir algo).
A veces, sale mi niña interior, algo pícara, a la que le gusta bromear, representa mi yo alocado, mi visión radical del mundo, con unas opiniones que quitarían el hipo y escandalizarían a más de uno. Mi niña interior, es increíblemente rebelde y no conoce el miedo, se enfrenta a todo y a todos, lucha por lo que considera justo y tiende a defender una serie de causas que no todos defenderían . Además, es considerada una “busca-problemas”, pero prometo que no los busca, sino que colisiona con ellos de alguna forma que no consigo entender y ahí están, pisándome siempre los talones.
Mi yo sensato, mi yo responsable, es más temerosa. No apuesta si considera que sus posibilidades son ínfimas, jamás dará pasos en falso y procura lo mejor para ella, aunque en el momento, no sea lo que le haga feliz. Mi yo maduro, teme a muchas cosas; teme no sentirse dueña de su vida, teme no controlar su vida como quisiera, debido a unas vicisitudes y hándicaps que no hacen más que hacer que vaya dando saltos de trapecista por la fina línea de la vida y creedme, dar saltos y hacer triples mortales en la cuerda floja, es peligroso.
Antes, en un pasado no muy lejano, mi razón, únicamente hacía caso a una de esas dos personalidades, dependiendo de la situación. Ahora, por fin he encontrado una dialéctica entre ambas, y parecen llevarse bien, veamos cuánto dura…